Artículo originalmente publicado en Yelou.
Al igual que es sano quejarse cuando las cosas van mal, es justo comentar cuando las cosas van bien y es precisamente lo que puedo decir que ha sucedido con mi cambio a MASmovil. Es verdad que yo nunca he consumido mucho con ningún operador, pero recuerdo un tiempo en el que podías pagar por lo que hablabas y no por lo que el operador creía que le venía bien a sus cuentas. Es decir, hemos pasado con los operadores tradicionales de ser dueños de nuestro gasto a ser esclavos de lo que nos proponen o "regalan". De prepago a contrato porque así tenía mejores condiciones y me "regalaban" móviles y del contrato a un mínimo al que sólo llegaba 2 de cada 12 meses, pero que por supuesto pagaba íntegro. Es más, llegaba al mínimo "gracias" a tarifas absolutamente exageradas y con unos márgenes de beneficios como mínimo indecentes. ¿Cómo puede ser que un OMV gane dinero ofreciéndome tarifas a 5 cent/min y 8 cent/SMS con un mínimo de 1€ al mes si ellos tienen que alquilar la infraestructura de un operador tradicional? Sencillo, porque aún tienen un margen que ajustan para hacer un negocio más justo.
¿Y entonces qué motivo queda para permanecer en un operador tradicional? Ya una vez di varias posibles explicaciones que puedo reproducir en forma resumida:
- Confianza en una gran marca. Es decir, nos fiamos de los operadores tradicionales porque facturan mucho, lo cual es bastante ridículo.
- El síndrome del mostrador. Siempre nos gusta hablar con el vendedor cara a cara, pero la realidad es que ahora las tiendas de telefonía sólo valen como puntos de venta y para cualquier problema nos dirigen al teléfono de atención al cliente, con lo cual esa ventaja competitiva se disipa.
- Contratos de permanencia. O como venderte un teléfono móvil a plazos, mientras tú crees que te lo están regalando.
- Desconocimiento. Mucha gente ni siquiera sabe que existen OMV ni de dónde salen ni qué redes usan ni cuanto cuesta por minuto... es más, no saben ni cuanto pagan ellos en cada tramo horario que les hace ¡su propio operador!.
Total, con números redondos: los meses de octubre, noviembre y diciembre pagué 21,24€ cada mes por dos líneas que consumían el mínimo con un operador tradicional y este mes pago 8,32€ por esas mismas dos líneas sin variación significativa de llamadas o SMS cada mes, es decir, ¡¡¡una bajada del 60%!!!
Y me vuelvo a preguntar una vez más: ¿por qué hay gente que sigue pagando el doble por lo mismo?
Es cierto que este post lo he enviado a concurso y si seguís el enlace a Yelou lo podréis ver publicado, pero lo que cuento es absolutamente cierto y comprobable y quizá podría añadir algo más: por el hecho de pasar a un operador virtual no te quedas sin cobertura ni te explota el móvil ni nada del estilo. Por el contrario lo he notado en varios aspectos como son cercanía a la empresa que te da el servicio, el hecho de que ahora sé lo que pago cuando hago una llamada y por supuesto el más llamativo: que pago mucho menos!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario